10 de junio de 2014

Animales.



Allí le escribió lo que sigue:

Llueve, ¿te has dado cuenta? 
Yo no.
[Suena "Como un animal".]
La lluvia empeñada en mojarme.
Y Najwa empeñada en estremecerme.
Y yo empeñada en estar triste.
Y tú empeñado en alejarte.

Me pregunto si es amor, si estoy enamorada, pero soy incapaz de responderme.
Tengo miedo y me duele el pecho.
Río, lloro, me lamento. Me debato entre el amor y el desamor.

Y aún te busco con la mirada por si apareces por algún rincón con dos rosas en la mano. 
El nudo en la garganta crece porque no estás.
Ni vas a estar. Y duele.

Ojalá fuera valiente y te dijera que te quiero y que quiero que vengas a esta casa en julio para dedicarnos a cuidarnos y a vivirnos.
Pero el no duele. 
Más que cualquier otra cosa.



Pobre ingenua enamorada.

3 de junio de 2014



      Allí entendí el porqué de la piel de gallina. 
 
      Ese momento de erizar, de ser todo tripas y nada corazón.
      Un quiero y no puedo, una milésima de doloroso placer.
      Un suspiro anhelante.
   
Debéis saber que una se estremece cuando le tocan sin tocar, cuando sopla el viento, cuando le acarician la nuca, cuando se come un buen plato de pulpo a feira y cuando le hacen el amor muy bien hecho. Cuando le abrazan fuerte, cuando escucha Esa canción, cuando bailan con ella en la cocina de su casa y cuando le miran de reojo mordiéndose el labio. Cuando le observan bailar con los ojos cerrados y cuando come cerezas. 

      Una se estremece sin querer.
      Y ese es el porqué de la piel de gallina.



Lugar: Liencres.
Cámara: Yashica MG-1. 
Ojo: Irene Alduán.
Texto: Irene Alduán.